Él cambia los tiempos y las épocas… (Daniel 2:21)
Hace años, disfruté tener un buen trabajo como parte del personal de una iglesia. Tenía un ministerio próspero, un sueldo habitual y muchas oportunidades para hacer lo que amaba y me sentía llamada a hacer. Luego llegó un momento en que Dios me habló acerca de dejar ese trabajo y llevar mi ministerio «al norte, sur, este y oeste». Le escuché decir: «Esta temporada en tu vida está completa; ya he terminado contigo en este lugar.”
En mi corazón, sabía que Dios había hablado. Sin embargo, tenía una mezcla de emoción y miedo por comenzar mi propio ministerio. Quería aventurarme más allá de lo que había conocido hasta ese momento, pero tenía miedo de cometer un error y perder lo que tenía. Quería ver qué haría Dios, pero tenía miedo de dar un gran paso hacia un territorio desconocido.
A veces Dios termina con algo y seguimos aferrándonos a ello. Mi espíritu quería avanzar, pero mi carne quería quedarse. Yo tenía mucha estabilidad en el puesto que Dios me decía que dejara, y yo no quería renunciar. Pero eventualmente le obedecí y hoy disfruto el ministerio en todo el mundo. Recuerda que Dios cambia las cosas y cuando lo hace debemos estar dispuestos a seguir Su dirección.
LA PALABRA DE DIOS PARA TI HOY: Escucha la voz de Dios para guiarte cuando necesites hacer cambios en tu vida.