No desecho la gracia de Dios. Si la justicia se obtuviera mediante la ley, Cristo habría muerto en vano. —Gálatas 2:21
Sé lo que es la frustración porque pasé muchos años viviendo una vida frustrada. Sabía quién era Dios, pero sabía muy poco de Su gracia y de cómo vivir en estrecha relación con Él. Desde entonces he aprendido que cuando me siento frustrada, casi siempre es porque estoy tratando de hacer que algo suceda con mis propias fuerzas en lugar de esperar que el Señor lo haga. Si me siento frustrada, es una señal de que estoy actuando de forma independiente en lugar de confiar en Él y recibir Su gracia.
¿Estás frustrado? ¿En tus relaciones? ¿En tu carrera? ¿En tu caminar con el Señor? ¿Estás luchando con un área de tu personalidad que te está causando problemas, o hay un hábito en específico en tu vida que no puedes romper?
La frustración proviene de intentar hacer algo que no puedes hacer por tu cuenta. Dios es el único que puede hacer que sucedan cosas en tu vida. Te sentirás frustrado si intentas hacer cosas sin Él. Pero en el momento en que dices: «Señor, no puedo hacer esto por mi cuenta, así que te lo entrego. Estoy dispuesto a hacer cualquier cosa que me pidas, pero necesitaré tu gracia (poder) para poder hacerlo,” cuando ores con sinceridad esa oración, comenzarás a disfrutar del reposo de Dios.
Déjalo ir y confía en que Dios hará lo que solo Él puede hacer. Deja que Dios sea Dios en tu vida.