
De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin, como está escrito: El justo vivirá por la fe. —Romanos 1:17
Mi objetivo siempre es vivir de fe en fe. Hace algunos años, el Señor me reveló: «Joyce, a menudo vas de la fe a la fe, a la duda a la incredulidad, y luego a la fe, a la duda a la incredulidad.»
A veces tenemos demasiadas mezclas en la vida. A veces tenemos confianza, y luego en otras ocasiones tenemos miedo; somos positivos y luego negativos, o tenemos fe, pero luego tenemos dudas. Esa mezcla es incluso evidente en nuestro discurso, como vemos en Santiago 3:10: “De una misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.”
Estoy seguro de que suena casi imposible tener fe siempre y no dudar nunca, pero, aunque para el hombre es imposible, para Dios todo es posible. Confiemos en Dios para que nos ayude a ir de fe en fe y a tener confianza en Él en todo momento.
Deja que cada cosa que hagas se haga por fe, confiando en que ¡Dios está contigo y está listo para ayudarte!