Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica. Efesios 2:10
Dios te ha dado un regalo maravilloso: el libre albedrío. Dios te ofrece la oportunidad de aceptarte a ti mismo como Él te creó, pero tienes libre albedrío y puedes negarte a hacerlo si así lo eliges. Para aceptar algo significa verlo como de costumbre, adecuado o correcto.
Las personas que se rechazan a sí mismas lo hacen porque no pueden verse a sí mismas como adecuadas o correctas. Solo ven sus defectos y debilidades, no su belleza y fuerza. Esta es una actitud desequilibrada a menudo inculcada por figuras de autoridad en el pasado que se enfocaban en lo que era débil y malo en lugar de lo que era fuerte y correcto.
En Amós 3: 3, leemos: «¿Pueden dos caminar juntos sin antes ponerse de acuerdo?» Puedes caminar con Dios, puedes estar cerca de Él, cuando decides estar de acuerdo con Él. Dice que te ama y te acepta; por lo tanto, si estás de acuerdo con Él, ya no tendrás que desagradarte ni rechazarte a tí mismo.
Cuando Dios te creó, creó algo maravilloso.