Para que la fe de ustedes no dependiera de la sabiduría humana, sino del poder de Dios. 1 Corintios 2:5
La fe nos permite descansar, tanto mental como emocionalmente. Incluso nuestra voluntad descansa cuando tenemos fe en Dios. No nos preocupamos ni razonamos, no estamos molestos ni abatidos, y no estamos tratando de hacer que suceda algo que no sea la voluntad de Dios. ¡Estamos agradecidos de que Dios tiene el control para que podamos descansar!
Pablo cantó alabanzas a Dios mientras estaba en la cárcel. Jesús oró por otros mientras estaba siendo crucificado. José decidió que, si iba a ser un esclavo, sería el mejor esclavo que su dueño haya tenido. A lo largo de las Escrituras, vemos la conexión entre la fe, la gratitud y el descanso.
Necesitamos ser honestos acerca de cuál es la verdadera causa de nuestro estrés. ¿Son realmente nuestras circunstancias en la vida, o es la forma en que respondemos a las circunstancias? Hay un descanso que viene con la gratitud y la fe. Este es un descanso en el que podemos vivir todos los días.
Oración de Gracias
Te agradezco hoy, Padre, que puedo vivir en reposo. No tengo que preocuparme ni abatirme cuando me enfrento a desafíos. Gracias porque puedo tener fe, sabiendo que Tú eres el que tiene el control.