Los justos claman, y el Señor los oye; los libra de todas sus angustias. Salmos 34:17
Todos tenemos algunas fortalezas y algunas debilidades. Esto es cierto incluso para las personas sobre las que leemos en la Biblia. Pablo luchó con sus debilidades (ver 2 Corintios 12:9), pero aprendió a estar agradecido por ellas porque a través de ellas descubrió que la fuerza y la gracia de Cristo serían suficientes.
Si queremos disfrutar plenamente de la vida que Dios nos ha dado, debemos darnos cuenta de que la gracia de Cristo también es suficiente para nuestras debilidades, ¡y estar agradecidos de que así sea! Con la ayuda del Espíritu Santo, podemos saber quiénes somos en Cristo y no ser condenados por nuestras debilidades. Apóyate en el Señor y confía en que Su gracia y fortaleza son mucho mayores que nuestra debilidad.
Oración de Gracias
Padre, estoy tan agradecido que en mis debilidades te muestras fuerte. Tu fuerza y Tu gracia me bastan como a Pablo. Gracias por Tu fuerza diaria en mi vida.