Tú, Señor, me llenas de alegría con tus maravillas; por eso alabaré jubiloso las obras de tus manos. —Salmos 92:4
Enfocarnos en nuestros problemas evitará que nos regocijemos y estemos contentos. Busca lo bueno en tu vida y tu alegría aumentará. Es posible que tengas un problema, pero si te enfocas en lo que es bueno, descubrirás que también hay algunas cosas buenas en tu vida. El mundo está lleno de personas y situaciones que no nos agradan, así que, si estamos esperando las circunstancias perfectas para estar felices, estaremos esperando para siempre.
Por eso debemos aprender a basar nuestra felicidad y gozo no en las circunstancias externas, sino en la presencia del Señor dentro de nosotros. Afortunadamente, podemos aprender a no preocuparnos ni a tener ansiedad por nada, sino a dar gracias y alabar a Dios en todo. Entonces la paz que sobrepasa todo entendimiento será nuestra.
Oración de Gracias
Padre, gracias por los dones de alegría y satisfacción. Independientemente de las circunstancias que me rodean, elijo alabarte y darme cuenta de que eres la verdadera fuente de mi alegría. Gracias por Tu bondad en mi vida. Elijo poner mi esperanza en Ti.
