Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo. Apocalipsis 3:20
Tenemos el gran privilegio de desarrollar una relación con Dios e invitarlo a ser una parte vital de todo lo que hacemos, todos los días. Eso comienza con una simple oración: simplemente hablar con Él y compartir tu vida con Él mientras haces las cosas que tienes que hacer. Agradece que Su presencia está contigo e inclúyelo en tus pensamientos, en tus conversaciones y en todas tus actividades diarias. Cuando dejas que Dios salga de la caja del domingo por la mañana en la que muchas personas lo mantienen, permitiéndole invadir tu lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y todo el domingo también, te sorprenderás de la diferencia que esto hará. No intentes mantener a Dios en un compartimiento religioso; Él quiere tener libre acceso a cada área de tu vida. Quiere estar involucrado en cada parte de tu vida Él desea una relación íntima contigo.
Oración de Gracias
Te agradezco, Dios, que me amas lo suficiente como para querer tener una relación conmigo. Quiero compartir cada parte de mi vida contigo. Ayúdame a recordar que Tú estás conmigo cada minuto del día.