Querido amigo, espero que te encuentres bien, y que estés tan saludable en cuerpo así como eres fuerte en espíritu. —3 Juan 1:2
Una persona nunca es verdaderamente próspera si todo lo que tiene son cosas y dinero; la verdadera prosperidad requiere mucho más que eso. La Biblia ofrece un enfoque más completo de la prosperidad, y nosotros también deberíamos hacerlo.
Cuando nuestros cuerpos prosperan, somos fuertes y físicamente saludables. Incluso si actualmente tenemos una dolencia física, podemos orar y esperar que Dios nos ayude. La verdadera prosperidad incluye paz mental y satisfacción. Cuando nuestras almas prosperan, florecemos por dentro. Estamos en paz; estamos llenos de alegría; vivimos con un sentido de propósito; estamos creciendo espiritualmente; y tenemos relaciones fuertes y amorosas con los demás.
Jesús dijo que Él vino para que pudiéramos tener y disfrutar la vida en abundancia y en plenitud (ver Juan 10:10). Dios es un Dios de la abundancia, y quiere que vivamos vidas abundantes llenas de acción de gracias y gozo.
Oración de Gracias
Te agradezco, Padre, que prosperas mi cuerpo y mi alma. Oro hoy por la salud y la paz que Tú prometes en Tu Palabra. Gracias porque estoy hecho completo en Ti.
