Renueva Tu Mente

No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta. (Romanos 12: 22)

A mis nueve años acepté a Jesucristo como mi Salvador. Me di cuenta de mi estado pecaminoso y busqué el perdón de Dios a través de Jesús. Nací del Espíritu en ese momento, pero realmente no entendía lo que había sucedido en mi vida. No había tenido ninguna enseñanza, por lo tanto, permanecí experimentando la oscuridad a pesar de que la Luz vivía en mí.

Cuando era adolescente, fielmente fui a la iglesia, me bauticé, tomé clases de confirmación e hice todo lo que entendí que necesitaba hacer, sin embargo, nunca disfruté de la cercanía e intimidad con Dios. Creo que multitudes de personas están hoy en la misma posición y muchas otras lo han estado por siglos.

Aunque hice mi mejor esfuerzo para ser «religiosa», aprendí que Jesús no murió para darnos religión; Él murió para darnos una relación personal con Dios a través de Él, y a través del poder del Espíritu Santo a quien enviaría a morar en cada creyente.

Como mencioné anteriormente, nací del Espíritu, pero carecía de revelación de lo que eso realmente significaba. Las personas pueden ser muy ricas, pero si creen que son pobres, sus vidas no serán diferentes de aquellos que viven en la pobreza. Si las personas heredan una gran herencia, pero no saben de ella, no pueden gastarla.

El versículo de hoy nos dice que Dios tiene un plan en mente para nosotros. Su voluntad hacia nosotros es buena, aceptable y perfecta, pero debemos renovar por completo nuestras mentes antes de experimentar lo bueno que Dios ha planeado (ver Romanos 12: 1–2). Renovamos nuestras mentes y obtenemos nuevas actitudes y nuevos ideales al estudiar la Palabra de Dios. ¡Debemos aprender a pensar como Dios piensa!


La palabra de Dios para ti hoy: ¡Piensa como Dios piensa!

Facebook icon Twitter icon Instagram icon Pinterest icon Google+ icon YouTube icon LinkedIn icon Contact icon