Un día estaba Jesús orando en cierto lugar. Cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: —Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos. (Lucas 11:1)
Una de las oraciones más importantes que una persona puede pronunciar que cambia la vida es: «Señor, enséñame a orar». No es simplemente: «Señor, enséñame a orar. Ves, simplemente saber acerca de la oración no es suficiente; tenemos que saber orar, hablar y escuchar a Dios, como individuos que están en una relación personal íntima y dinámica con Dios a quien oramos. Aunque hay principios de oración que
aplica a todos, somos individuales y Dios nos llevará a cada uno de nosotros a orar y comunicarse con Él de maneras únicas y personales.
Hubo un tiempo en que asistí a muchos «seminarios de oración», y luego intenté copiar en mi experiencia de oración lo que escuché a otros decir sobre la forma en que oraban. Eventualmente, sin embargo, me di cuenta de que Dios tenía un plan de oración personalizado para mí, una manera de hablarle y escucharlo con mayor eficacia, y necesitaba descubrir qué era eso. Comencé diciendo: «Señor, enséñame a orar». Dios me respondió en una manera poderosa y trajo mejoras maravillosas a mi vida de oración.
Si quieres disfrutar de una relación más profunda, íntima y poderosa con Dios a través de la oración, te animo a decir: «Señor, enséñame a orar.» Él lo hará, y pronto encontrarás una mayor libertad y efectividad en tu vida de oración. Dios te guiará en un plan nuevo y único que obre maravillosamente para ti.
La palabra de Dios para ti hoy: Deja que Dios te enseñe a orar.
