Todas las Cosas Ayudan a Bien

Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. -Romanos 8:28

El apóstol Pablo no dice que todas las cosas son buenas, pero sí dice que todas las cosas ayudan a bien.

Supongamos que te subes a tu automóvil y no arranca. Hay dos formas de ver la situación. Puedes decir: “¡Lo sabía! Nunca falla. Mis planes siempre fracasan.» O puedes decir: «Bueno, parece que no me puedo ir ahora mismo. Me iré más tarde cuando el carro esté arreglado. Mientras tanto, creo que este cambio de planes ayudará para mi bien. Probablemente haya alguna razón por la que necesito estar en casa hoy, así que voy a disfrutar de mi tiempo aquí.»

La idea es que debemos aprender a convertirnos en el tipo de persona que planifica las cosas pero que no se molesta si ese plan no funciona.

Nosotros elegimos. Cada vez que no obtenemos lo que queremos, nuestras emociones crecerán y tratarán de llevarnos a sentir lástima de nosotros mismos y a una actitud negativa, o podemos adaptarnos a la situación y seguir adelante y disfrutar de lo que Dios tiene para nosotros sin importar lo que suceda.

El camino hacia la liberación de la negatividad comienza cuando enfrentamos el problema y creemos que Dios obrará todo para bien.

Facebook icon Twitter icon Instagram icon Pinterest icon Google+ icon YouTube icon LinkedIn icon Contact icon