Asegúrense de que nadie pague mal por mal; más bien, esfuércense siempre por hacer el bien, no solo entre ustedes, sino a todos. 1 Tesalonicenses 5:15
Desear algo no provoca los resultados que deseamos. Sea lo que sea que Dios te dirija a hacer, busca agresivamente lo que se necesita hacer para lograr esos resultados.
Una vez escuché una historia sobre cuatro personas llamadas: Todos, Alguien, Cualquiera y Nadie. Había un trabajo importante por hacer, y Todos estaban seguros de que Alguien lo haría. Cualquiera podría haberlo hecho, pero Nadie lo hizo. Alguien se enojó por eso porque era trabajo de Todos. Todo el mundo pensó que Cualquiera podía hacerlo, pero Nadie se dio cuenta de que Todo el mundo no lo haría. Al final, Todos culparon a Alguien cuando Nadie hizo lo que Cualquiera podría haber hecho.
La moraleja de la historia es simple: si ves que hay que hacer algo y tienes la capacidad de hacerlo, agradece la oportunidad que Dios te ha dado y sé el cambio que todos los demás están esperando.
Oración de Gracias
Padre, estoy muy agradecido por las fortalezas y los dones que me has dado. Muéstrame lo que Tú quieres que haga, y ayúdame a perseguirlo con todo mi corazón. Con Tu ayuda, sé que puedo marcar la diferencia.