Tú Tienes Un Abogado

¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. (Romanos 8:33)

El Espíritu Santo es nuestro abogado. Si rastreamos la palabra defensor hasta su significado original en griego bíblico, encontramos que Él está llamado a ayudarnos; Dios lo designa para ayudarnos, defendernos o defender nuestra causa.

El Espíritu Santo está literalmente llamado a nuestro lado para que nos brinde ayuda en todos los sentidos. Cuando necesitamos ser defendidos, Él nos defiende, actuando como un asistente legal para un cliente. Es bueno saber que no tenemos que defendernos cuando se nos acusa de alguna acción o motivo incorrecto. Podemos pedir ayuda al Santo y esperar recibirla porque Él es nuestro Abogado.

Ese pensamiento solo debería traernos consuelo y aliento. La mayoría de nosotros pasamos una gran cantidad de tiempo y energía tratando de defender, nuestra reputación, nuestras posiciones, nuestras acciones, nuestras palabras y nuestras decisiones. Realmente estamos perdiendo el tiempo. Cuando los demás nos juzgan, finalmente podemos después de mucho esfuerzo, convencerlos de nuestra pureza de corazón. Pero el problema radica en el hecho de que si son críticos en su naturaleza o carácter, rápidamente encontrarán algo más por lo que juzgarnos. El mejor curso de acción es que oremos y dejemos que el Espíritu Santo haga Su trabajo y sea nuestro Abogado y Defensa.

LA PALABRA DE DIOS PARA TI HOY:

El Espíritu Santo es tu Abogado y Defensa.

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