Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad. 1 Juan 1:9
El perfeccionismo se alimenta del poder absoluto del debería o el hubiera. Es la constante sensación persistente de nunca ser lo suficientemente bueno. Pensamos cosas como, debería orar mejor, leer más la Biblia y ser más amable. Instintivamente queremos ser agradables a Dios, y tenemos mucho miedo de no serlo. Como resultado, creemos que Dios está decepcionado de nosotros porque no estamos a la altura.
Pero el camino a Dios no es la perfección. Algunas personas en una multitud preguntaron qué tenían que hacer para agradar a Dios, y la respuesta de Jesús fue: “crean en aquel a quien Él envió…” (Juan 6:29). Más que nada, Dios quiere que confiemos en Él y creamos Su Palabra. Puedes dejar de luchar para alcanzar la perfección y estar agradecido de que eres justo ante Dios gracias a Jesús. No tienes que comprar o ganarte el amor de Dios. No está a la venta, ¡es gratis!
Oración de Gracias
Padre, ayúdame a darme cuenta de que no tengo que ganarme Tu amor o aprobación. Te doy gracias porque soy acepto a tus ojos porque el sacrificio de Jesús me ha dado tu justicia.
Viviré mi vida para complacerte hoy, no porque tenga que ganarme Tu amor, sino porque quiero mostrarte mi amor.