La Amargura Dificulta El Escuchar

Quítense de ustedes toda amargura, enojo, ira, gritos y calumnia, junto con toda maldad. (Efesios 4:31)

La amargura hacia Dios es un obstáculo seguro para escuchar Su voz. En cualquier momento que la amargura intente apoderarse de ti, rechazarla. Muchas veces, el diablo trata de hacernos pensar que somos los únicos que la pasamos mal. No pretendo parecer poco comprensiva, pero no importa cuán graves sean nuestros problemas, otra persona siempre tiene un problema peor.

Una mujer que trabajaba para mí cuyo esposo la abandonó después de treinta y nueve años de matrimonio, simplemente le dejó una nota y se fue. ¡Esto fue una tragedia para ella! Yo estaba muy orgullosa de ella cuando vino a mí después de unas semanas y me dijo: “Joyce, por favor ora por mí para que no me enoje con Dios, satanás me está tentando severamente para que me enoje con Dios. No puedo enojarme con Dios. Él es el único amigo que tengo. ¡Lo necesito!»

La amargura intentaba arraigarse en el corazón de mi amiga porque su vida no había resultado como ella quería. Cuando nos estamos lastimados, debemos darnos cuenta de que cada persona tiene libre albedrío y no podemos controlar ese libre albedrío, incluso a través de la oración. Podemos orar para que Dios hable a las personas que nos pueden hacer daño; podemos pedirle que los guíe a hacer lo correcto en lugar de lo incorrecto, pero la conclusión es que Dios debe dejarlos para que tomen sus propias decisiones. Si alguien toma una decisión que nos lastime, no debemos culpar a Dios y amargarnos con Él.

LA PALABRA DE DIOS PARA TI HOY:

Si te lastiman, nunca culpes a Dios. Él es el mejor amigo que tienes.

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