A pesar de todo, Señor, tú eres nuestro Padre; nosotros somos el barro, y tú el alfarero. Todos somos obra de tu mano. —Isaías 64:8
Es fácil para nosotros quedar atrapados en ver cuánto tenemos que avanzar para alcanzar nuestras metas en lugar de celebrar lo lejos que hemos llegado. Piénsalo. ¿Hasta dónde has llegado desde que te convertiste en cristiano? ¿Cuánto has cambiado? ¿Cuánto más feliz eres? ¿Eres más pacífico de lo que eras antes? ¿Tienes esperanza? Siempre hay mucho que celebrar si lo buscamos.
Un estudio minucioso de la Biblia nos muestra que los hombres y mujeres que Dios usó de manera poderosa siempre tuvieron la actitud de celebrar lo que Dios había hecho. No dieron por sentado Su bondad, sino que mostraron abiertamente aprecio y agradecimiento por las cosas pequeñas, así como por las grandes.
Oración de Gracias
Padre, hoy elijo estar lleno de acción de gracias por lo lejos que me has traído. Puede que todavía no esté donde quiero estar, pero te agradezco que ya no estoy donde solía estar.